viernes, 24 de febrero de 2017

El regreso

Hola amigos y amigas, de vuelta en España os dejo mi última reflexión.

Esta experiencia ha superado todas las expectativas posibles a cerca de la Cooperación Internacional. Siempre he tenido mis inquietudes sobre el voluntariado en un plano más internacional pero hasta que no lo he realizado, no me he dado cuenta de lo importante que es para una persona, implicada en la justicia social y defensa de los derechos humanos, este tipo de experiencias.

Esta experiencia ha cambiado mi visión del mundo, mi visión de la vida, he crecido como persona, he recuperado valores humanos que en este mundo occidental, con forma de laberinto sin salida, se han perdido y he sentido emociones, ocultas en la vida occidental, que sólo conocía en la teoría.

He sentido esta experiencia como un proceso de transformación humana, pasando del inmovilismo, consumismo, individualismo y otros “ismos” (este sufijo indica separación, partidos, sistemas) a la oportunidad, generosidad, comunidad y otras “idades” (este sufijo indica cualidad). He encontrado el concepto de humanidad sin ninguna contaminación política, donde prima la lealtad por encima de la ideología, donde prima la interculturalidad por encima de la discriminación y donde no hay prejuicios sociales por la raza, religión o aspecto físico. Igualdad y respeto están presentes en el primer plano de la vida amazónica. No hay jerarquías de poder, su estructura es horizontal, y cada decisión es consensuada por la comunidad. No hay pobreza, entendida como carencias de lo necesario para vivir dignamente. Existe la felicidad y no existen los indignados. La naturaleza es su casa, es algo prestado, y por eso la cuidan como si fuese suya para dejarlo todo en las mismas condiciones a sus hijos y nietos. Respetan el hoy, pensando en sus descendientes del mañana.

He conseguido despojarme de mis raíces y adentrarme en otras tierras llenas de cultura y valores fundamentales. He absorbido todas sus riquezas y ahora sus frutos se han convertido en sabias experiencias y en un crecimiento personal. He conocido un estilo de vida ejemplarizante, que me ha hecho ampliar mis horizontes y aumentar aún más mi sensibilidad por los más desfavorecidos.

Esta experiencia ha definido, con más claridad, mi camino profesional y personal, rescatando la ilusión y la motivación por la defensa y lucha de los derechos humanos.

Gracias a este programa, que ha superado a cualquier curso de postgrado, y gracias a todas las personas que hacen posible el mismo, se consigue que se cumplan los sueños de muchas vidas y que el mundo gire en la dirección adecuada. ¡Gracias!

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